Yoani Sánchez y un poquito de por favor

La verdad que las cosas no se si son tan sencillas como aparentan o cada uno las ve desde su punto de vista y le parecen fáciles. El día en que se entierra a Calvo Sotelo, según muchos el artifice del éxito del primer gobierno socialista del 82 (veanse ayer las declaraciones de Carrillo en la entrevista de Los Desayunos), el día en que Acebes nos deja de divertir en los muñegotes, el día en que el Madrid celebró su segunda liga más penosa de la historia ( y que conste que los más penosos han sido esos del Barça), el día en que en Myanmar les gustaría que luciera un poco el sol, el día en que Ronaldo dice "solo he sido un poco tonto. No soy drogadicto y soy heterosexual", el día en que Sarkozy se carga de un plumazo el espiritu de mayo del 68... un día como el de ayer de contrastes, leo con estupor que el  régimen cubano no deja salir a Yoani Sánchez de Cuba para recibir un premio que para más INRI dignifica el mundo del blog.

Resulta que el premio Ortega y Gasset se ha ido a parar a la hermana Cuba en su categoría de Periodismo Digital, pero nuestros hermanos del Caribe piensan que no es de recibo que un blog progresista que habla de esperanza y desde un punto de vista crítrico pero velado sea la imagen de Cuba en estos días de huracanes y travestis.

La blogger cubana, que el año pasado fue considerada por TIME una de las personas más influyentes del mundo, describe en su blog la espera.

 

Esta incómoda infancia cívica, en la que necesito pedir permiso para casi todo, no acaba de convertirse en mayoría de edad. Antes eran mis padres los que vigilaban que no me tragara un tornillo o que metiera los dedos en el tomacorriente, ahora la supervisión viene por parte del Estado. Bajo la “protección” de este rígido tutor, no hay mucho espacio para jueguitos ni para retozos; mucho menos para salir sólo.

Como un bebé en pañales me veo por estos días, mientras espero el permiso para viajar a Madrid para recoger el Premio Ortega y Gasset. La autorización para volar mañana sábado 3 de mayo –día de la libertad de prensa- está “detenida” por una misteriosa Jefatura de Inmigración y Extranjería que no me da explicaciones. Para esa poderosa institución sigo siendo un lactante al que no se le dice que le van a poner una inyección.

¡Qué ganas tengo de crecer… de hacerme adulta y que me dejen salir y entrar de casa sin permiso!

El premio que hace 25 años entrega EL PAIS parece que este año se quedará sin la presencia de una de sus galardonadas. Si tuvieramos lo que hay que tener deberíamos salir a la calle y gritar "libertad para Cuba" (ahora que Acebes no puede decir nada), pero no sirviría para nada... o si.

Como dice Yoani "Cada blog puede ser una gota de agua contra el muro"